martes, 26 de agosto de 2008

Aquí y en China

Hoy regreso a este blog a remover el polvo que se acumuló en el tiempo que lo dejé para poner toda mi atención en las Olimpiadas de Beijing 2008.

Me gusta todo el ambiente olímpico, desde la inauguración (que no vi completa, de hecho solo vi el final) pasando por partidos, competencias, carreras... hasta llegar al triste final (soy muy melancólica y siempre tristeo al final de casi cualquier cosa).

En estas Olimpiadas encontré un nuevo deporte favorito para ver: el Tiro con Arco. Cada tiro me emocionaba mucho, sobre todo cuando algún mexicano estaba participando como Juan Serrano que había calificado en primer lugar... al final quedó en cuarto para mi gran tristeza pero parece ser un deportista en ascenso que seguramente hará un gran papel en Londres.

Cuando era niña practiqué gimnasia por lo que ver este deporte ejecutado por profesionales es toda una experiencia. Recuerdo que cuando empecé no me subía a la viga de equilibrio sino que había una especial casi pegada al piso para practicar, tampoco subía a la barra alta de las barras asimétricas sino que me quedaba en la de abajo todo el tiempo y lo máximo que pude hacer en piso fueron vueltas de carro, aún así era muy divertido.

Es genial ver a las gimnastas, me gustó mucho que en la rama femenil ganara China aunque no les creo que sus atletas tengan 16 años, parecían niñas de 12. En varones me cayó muy bien el equipo japonés que logró la plata, sobre todo Hiroyuki Tomita con todo y que se cayó de los aros en la final por aparato.

México obtuvo 3 medallas, la primera de bronce en clavados sincronizados gracias a Tatiana Ortiz y Paola Espinoza. No vi la competencia en vivo sino que me enteré en el noticiero donde repitieron como 1224324 veces sus clavados, no pasaron de otras competidoras así que no tengo idea si la medalla fue merecida o no.

La segunda, de oro, vino gracias al michoacano Guillermo Pérez en Tae Kwon Do. En mi casa mi mamá se volvió loca con la noticia, cantó el himno y se emocionó casi al punto de las lágrimas. Al día siguiente fui al DF y me sorprendió ver que en todos los periódicos aparecía Memo (mi amigo Memo, ja) en la primera página.

Y la tercera y última, también de oro, llegó el sábado 24 de Agosto gracias a María del Rosario Espinoza también en Tae Kwon Do. Yo estaba dormida cuando escuché el Himno Nacional y me levanté de golpe a ver que pasaba. Mi papá estaba viendo la ceremonia de premiación y también se veía bastante emocionado, casi tanto como mi mamá días antes.

Tal vez para países como Estados Unidos o China cada medalla de oro es algo común, casi esperado pero para nosotros los pobres cada oro significa casi un milagro que hay que celebrarse. Es triste que tenga que ser así, me gustaría vivir para ver a México como potencia deportiva, económica, ¡algo!, pero con que lo vean mis bisnietos seré feliz... o mis tataranietos, o alguien, quien sea.

0 mágicos comentarios: